jueves, 30 de diciembre de 2010

Carta a los Reyes Magos

Está de mas decirle que si le molestan las malas palabras, no lea esta carta... y no sea guevón (a) , no se la lea  o permita que la lea su niño...
 
Señores:
REYES MAGOS.
Les extrañara que les escriba hoy 7 de Enero, pero quiero aclarar ciertas cosas que me han ocurrido desde el día primero de este mes, en que lleno de ilusiones les hice mi carta, en la que les pedía un tren eléctrico, una bicicleta y un traje de pelotero.

Me destrocé el cerebro estudiando todo el año, tanto que no sólo fui el primero de mi clase, sino que obtuve la mejor nota de la escuela donde estudio. No les voy a engañar, no hubo nadie en el barrio que se portara mejor que yo con mis padres, con mis hermanos, con mis amiguitos, con los vecinos, hacia mandados, ayudaba a los ancianos a cruzar la calle, y no se presentaba nada que estuviera a mi alcance que yo no hiciera por la humanidad.

Que huevos tienen ustedes! Dejando debajo de mi cama un pinche trompo, una puta corneta y un mierdero par de calcetines. Que carajos se han llegado a pensar Trío de Malparidos, o sea, que me han cogido de su pendejo durante todo el año para salirme con una cagada de esa categoría. Y no conforme con eso, al maricón del hijo de la señora a quien mi papá le maneja su carro, a ese gran mierda sin educación, malcriado y desobediente, que no se puede entrar en su casa de la cantidad de juguetes que tiene regados por todas partes, a ese cabrón si le trajeron todo lo que les pidió.

Por eso es que tiene que venir algo que nos hunda y que nos desmadre, por que con unos Reyes Magos como ustedes, tan pinches y falsos, que mierda de país se va a salvar. Eso sí, no dejen de verme el año que viene, por que voy a entrarle a pedradas a sus malditos camellos, para que se les espanten y tengan que chingarse a pie como yo, ya que la bicicleta que les pedí, era para ir a la escuela que queda en la quinta mierda.

Y no quisiera despedirme sin mentarles la madre a los tres, ojalá y que los acusen de terroristas y los fusilen y al pendejo de Gaspar, a quien dirigí la carta, ojalá que le dé SIDA.

Bien me decía mi madre: No te fíes de los negros que siempre la cagan.

Pero les advierto, el año que viene van a saber lo que es un muchacho malo y jodión. Y entonces voy a firmar mi carta. "EL CABRON".


Davidsito.
P.D. El trompo, la corneta y el par de calcetines, pueden pasar a recogerlos para que se los metan en el culo. "Trío de Culeros"


XX

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